







El precinto blanco identifica al Jamón de Cebo Ibérico, nuestros cerdos ibéricos son ejemplares de un 50% de raza ibérica, alimentados en granjas a base de piensos procedentes de cereales.
Representa la calidad más alta e indica que el producto se trata de un jamón de bellota 100% ibérico. Es decir que, los animales de donde proceden estos jamones son de raza 100% ibéricos; criados en libertad en las dehesas y alimentados con bellotas, hierbas aromáticas y pastos naturales.
Estos cerdos también han recibido la misma alimentación y crianza que los animales definidos en el precinto negro. No obstante, su raza ibérica no es 100% pura. Son un 75% o 50% de raza ibérica y producto de algún tipo de cruce.
Se usa para identificar a los jamones de cebo de campo ibéricos. Lo cual quiere decir que el producto proviene de cerdos alimentados con piensos y cuya alimentación se complementa con pastos naturales. En este caso su pureza puede ser de 100%, 75% y 50% raza ibérica.

Cada año producimos lo que nos da nuestra propia ganadería. Cuidando la genética de nuestros cerdos y su alimentación, conseguimos una producción limitada de jamones ibéricos que nos lleva a conseguir una homogeneidad única de nuestros productos.

Seguimos un proceso de curación artesanal en Guijuelo, su situación privilegiada a más de 1.000 metros de altitud y sus vientos fríos y constantes juegan un papel fundamental en el proceso de curación de nuestros jamones. Este saber hacer hace que los jamones precisen menos cantidad de sal y por consiguiente un sabor más dulce y equilibrado.

La nutrición de nuestros cerdos, con altos niveles antioxidantes y con un perfil óptimo de ácidos grasos, nos llevan a producir jamones ibéricos con más de 30 meses de curación. Este proceso lento de curación nos garantiza unos aromas y sabores inconfundibles.